El tiempo es algo que nos fascina, que nos apremia, que tememos perder y que sabemos que una vez pasado ya nunca vamos a poder recuperar.
Es lo que nos hace conscientes de nuestra fragilidad, de nuestro envejecimiento, de nuestra mortandad y nuestra edad.
Es algo que estamos tan poco dispuestos a perder, que luego no sabemos que hacer cuando nos sobra, y a veces, simplemente nos dedicamos a seguir ahorrandolo, porque perderlo nos gusta tan poco, que algunos hasta se olvidan de disfrutarlo.
También es algo que nos ayuda, ya que nos permite prever el clima, saber cuando son mejores las siembras o lo que puede tardarse en traer una nueva vida al mundo.
¿Quién inventó el tiempo? Difícil cuestión.
Se sabe que los antiguos egipcios, ya median el tiempo por medio de clepsidras o relojes de agua, pero anterior a ellos no se tiene constancia, al menos que yo sepa, de instrumentos que midiesen el tiempo.
Aunque los primeros relojes modernos habría que atribuírselos a Gerberto, un monje benedictino que mas tarde sería conocido como el Papa Silvestre II, a finales del siglo X.
También hay quien dice, que fue un ciudadano de la pérfida Albión, Richard Wasigford el padre del primer reloj mecánico.
Probablemente ambos relojes se basaron en un complejo mecanismo, datado entre los años 150 y 100 antes de Cristo: el mecanismo de Anticitera.
Muchos aparatos para medir el tiempo ha usado el hombre desde entonces: relojes de sol, relojes de arena, de agua, de cuco, de cuerda, de péndulo, de bolsillo, sin olvidarnos por supuesto de los modernos digitales, atómicos, de electrónico, de vela , de vapor y alguno mas que seguro que me dejo en el tintero.
Sea como fuere, los relojes nos han hecho esclavos del tiempo, un tiempo que no nos gusta perder, pero que después nos apremia a la hora de disfrutarlo, debido a la sociedad en la que vivimos y no nos deja disfrutarlo como debiésemos.
Quizá deberíamos tomarnos nuestro tiempo, sobre todo a la hora de descansar y tener un merecido descanso o unas buenas vacaciones y disfrutar del tiempo poco a poco, esclavizándolo nosotros a el.
Fuente imagen de cabecera Flickr de Melloveschallah
tic tac, tic tac... Muy interesante, sombrerero loco... tiempo al tiempo...
ResponderEliminarMe hubiera gustado saber de qué es cada reloj que aportas, con una leyenda bajo cada foto...
Tienes razón amiga Alicia. Por orden, son:el reloj de arena,mas exactamente el que usa Hermione Granger en la pelicula de Harry Potter, una clepsidra o reloj de agua con luz en su interior, el mecanismo de Anticitera, en el que están basados todos los relojes mecánicos y por ultimo un reloj de sol.
ResponderEliminarGracias por tu comentario y por hacerme ver lo que me faltaba. Espero que te sirva la tardía explicación.
Si es el de Hermione es un giratiempo, no un reloj de arena en sí.
ResponderEliminarsalu2
Falta el biológico y su alarma ensordecedora. Bromas aparte, me encanta tu reflexión.
ResponderEliminarTercer intento de publicación. Falta el reloj biológico y su alarma ensordecedora. Bellas reflexiones. Me encantan.
ResponderEliminarEfectivamente, es un giratiempo, que a su vez se compone también de un reloj de arena en su parte central.
ResponderEliminarPues si, anonimo, falta ese reloj que a todos nos grita cuando llegamos a cierta edad...aunque ese no lo inventó el hombre, sino la Naturaleza, creo yo.